Las emisiones en Gaza son alarmantes
Superan las anuales de 26 países
A raíz del conflicto entre Israel y Hamas, las emisiones en Gaza son alarmantes. Se calcularon las emisiones de gases de efecto invernadero durante los primeros 120 días del conflicto. Superaron las emisiones anuales de 26 países individuales. En el período estudiado se produjo una intensa actividad militar: bombardeos, vuelos de reconocimiento y ataques con cohetes.
Se prevé que las emisiones asociadas con la reconstrucción de Gaza sean superiores a las emisiones anuales de más de 135 países. Es comparable a la quema de 31.000 kilotoneladas de carbón. Suficiente para alimentar unas 15,8 centrales eléctricas de carbón durante un año.
Impacto financiero
La investigación estima las emisiones de carbono del conflicto entre Israel y Gaza a lo largo de tres períodos distintos. Primero, las actividades de construcción preparatorias antes del conflicto. Luego, las emisiones de los primeros 120 días de guerra activa. Por último, las emisiones proyectadas de los futuros esfuerzos de reconstrucción en Gaza.
El estudio se realiza tras devastadoras pérdidas humanas y financieras. Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, han muerto más de 35.000 palestinos y 1.139 israelíes. Entre el 54 y el 66% de los edificios de Gaza (viviendas, escuelas, mezquitas, hospitales) están destruidos o dañados. El coste financiero para Israel asciende a 50.000 millones de dólares. El Banco Mundial calcula que los daños a las estructuras físicas ascienden a 18.500 millones de dólares.
Las crisis humanitarias dominan la atención mundial. Pero el impacto ambiental del conflicto es significativo y merece atención. Las operaciones militares generan el 5,5% de las emisiones globales de carbono. Se pretende destacar la importancia de incluir las emisiones en tiempos de guerra en los cálculos climáticos.
Razones humanitarias
El coautor es el Dr. Benjamin Neimark, profesor titular de la Universidad Queen Mary de Londres. Destacó en un comunicado la importancia de esta investigación. «Debemos informar exhaustivamente sobre las emisiones militares. El mundo se enfrenta a la doble crisis del cambio climático y los conflictos militares. Es crucial comprender y mitigar el impacto ambiental de la guerra».
Es cierto que las emisiones en Gaza son alarmantes. Pero, «no es la razón más importante por la que la comunidad mundial pida un alto el fuego. Cada vida que aún está en riesgo es importante. Pero esta investigación demuestra algunos de los impactos sociales y ambientales a largo plazo de la guerra. El conflicto armado nos acerca al precipicio del calentamiento catastrófico».