En el vasto y árido paisaje australiano se encuentra una joya única: Coober Pedy, la ciudad subterránea de Australia. Indudablemente, este singular núcleo urbano cautiva a los viajeros gracias a su fascinante estilo de vida. Situada en el corazón de Australia Meridional, es famosa por sus minas de ópalo, su arquitectura subterránea y su paisaje desértico. Por tanto, constituye un destino imperdible para los amantes de la aventura.
Historia y orígenes de una ciudad muy peculiar
El nombre de la ciudad deriva del término aborigen Kupa Piti, que significa agujero del hombre blanco. Coober Pedy tiene sus raíces en la fiebre del ópalo que comenzó a finales del siglo XIX.
La búsqueda de este precioso mineral atrajo a buscadores de fortuna de todo el mundo. Así fue como, esta remota región se convirtió en un crisol de culturas y nacionalidades. Con el tiempo, los mineros descubrieron que las condiciones extremas de temperatura en la superficie eran insoportables, lo que llevó a la creación de viviendas subterráneas para escapar del calor abrasador.
Arquitectura y estilo de vida más que diferentes
La arquitectura subterránea de Coober Pedy es verdaderamente única en el mundo. Las casas, hoteles e iglesias están excavados en la tierra, proporcionando un refugio fresco y confortable contra las temperaturas extremas del desierto. Incluso la famosa “Catedral Subterránea” de Coober Pedy es una maravilla arquitectónica tallada en la roca sólida.
Los residentes de Coober Pedy adaptaron ingeniosamente su estilo de vida a las condiciones del desierto. Muchos de ellos trabajan en la industria del ópalo, extrayendo y comercializando esta piedra preciosa tan codiciada. La ciudad cuenta con todas las comodidades modernas; además, incluye tiendas, restaurantes y servicios. Sin embargo, todo ello está ubicado bajo tierra.
Es un punto de encuentro para el turismo
Además de sus fascinantes características arquitectónicas, Coober Pedy ofrece una variedad de atracciones turísticas para los visitantes. Las minas de ópalo son una parada obligatoria, donde se puede aprender sobre la historia de la minería y, en algunos casos, incluso intentar suerte buscando ópalo por uno mismo.
El Parque Nacional de Breakaways, situado a las afueras de la ciudad, ofrece impresionantes paisajes desérticos, con formaciones rocosas de colores vibrantes que cambian de tonalidad con la luz del sol. Es un lugar ideal para hacer caminatas, tomar fotografías o simplemente contemplar la belleza natural del outback australiano.
Es una ciudad que no deja de sorprender. Tiene la iglesia de San Elías que es ortodoxa y un grupo de pobladores serbios la construyeron en 1993. Está a 17 metros bajo el nivel del suelo y es una verdadera obra de arte. Tiene imágenes de santos tallados en bajo relieve en la roca. Asimismo, parte del techo y las ventanas están hechos con preciosos vitrales. Además, en la ciudad también está la iglesia de San Pedro y San Pablo, que es la primera iglesia católica subterránea que se inauguró en 1967.
Coober Pedy es mucho más que una ciudad subterránea; es un testimonio de la creatividad humana y la capacidad de adaptación en un entorno desafiante. Su singular arquitectura, su rica historia y sus impresionantes paisajes la convierten en un destino verdaderamente inolvidable para los viajeros que buscan experiencias únicas.
