Es un artefacto de marfil fragmentado. Se halló en una excavación de la Edad de Hielo en el suroeste de Alemania. Mucho tiempo se discutió su uso. ¿Qué es el extraño artefacto de la Edad de Hielo?
A lo largo del último siglo fueron descubiertos objetos similares en todo el continente. Están tallados en punta y perforados con agujeros. Se pensó en varitas y cetros, o símbolos de poder oculto, instrumentos rituales y mágicos.
El arqueólogo de la Universidad de Tubinga (Alemania), Nicholas Conard cree saber su uso. Piensa que se utilizaban para tejer. En 2015, se hallaron 13 piezas de marfil de mamut elaborado en la cueva de Hohle Fels. Es un yacimiento de ocupación de 40.000 años de antigüedad.
Verificando el método
Las piezas de marfil encajan a la perfección para formar un objeto de 20,4 centímetros de longitud. Hay cuatro orificios lo suficientemente anchos como para introducir un lápiz. Se hallaron fibras vegetales tamizadas del suelo circundante. Por eso se cree que el extraño artefato de la Edad de Hielo servía para fabricar cuerdas.
Decidieron reproducir una de estas herramientas para ponerla a prueba. El bastón no sería práctico ni necesario para fabricar cuerdas e hilos más finos. Pero con los agujeros como guía, se podían retorcer eficazmente cuerdas más gruesas compuestas de dos a cuatro hebras.
Los investigadores probaron varios materiales. Ayudaron cuatro o cinco participantes sujetando la réplica de la herramienta y dando las hebras. Se pudo tejer 5 metros de cuerda de totora de calidad, robusta y flexible, en solo 10 minutos.
Otros usos
Como ocurre con cualquier réplica, el experimento no es definitivo. No se sabe si era el uso exacto que le daban. Objetos similares también pueden tener usos sutilmente diferentes. Por ejemplo, para sujetar astiles mientras se aseguran las puntas de proyectil. O tal vez para enderezar trozos de madera.
Se hizo un análisis microscópico de las estrías del Hohle Fels Lochstab. También de las fibras vegetales del yacimiento. El enigma de cómo se fabricaban cuerdas de alta calidad hace miles de años podría tener su solución. Esta investigación fue publicada en Science Advances.
