El letrero de Hollywood cumple 100 años
Uno de los letreros más conocidos e icónicos en el mundo es el de Hollywood. Apareció en muchísimas películas y, aunque está enclavado en la meca del cine, su origen nada tiene que ver con esa industria. El 8 de diciembre de 1923 se prendieron por primera vez sus 40 mil bombillas y desde entonces es el lugar más buscado por los turistas que visitan Los Angeles. El letrero de Hollywood es tan emblemático como lo es la estatua de la Libertad para Nueva York o la Torre Eiffel para París.
Historia del letrero de Hollywood
En 1923 el letrero decía Hollywoodland y su historia tiene que ver más con el marketing que con todo lo demás. Su misión era impulsar el negocio de los bienes raíces de esa zona. Querían un cartel que se pudiera ver desde muy lejos.
Encargaron su construcción para un desarrollo inmobiliario de nueva urbanización de semi lujo en el distrito conocido como Hollywood.
Se trataba de un emprendimiento ambicioso, financiado por grandes potentados de la época, como Harry Chandler, propietario del periódico Los Angeles Times, o Eli Clark y Moses Sherman, magnates del ferrocarril.
La operación de marketing que aparecía tanto en Los Angeles Times como en otros medios publicitarios fue de gran envergadura.
En esa época, Los Angeles era una ciudad consumada, con más de 500 mil habitantes y un parque automotor de 106 mil vehículos. Sin embargo, hacia 1930, según la Administración Federal de Carreteras, esa cifra llegó a los 800 mil vehículos registrados.
El majestuoso letrero se hizo muy famoso
Por aquellos años la industria del cine generaba importantes ingresos con 40 millones de espectadores por semana. Los grandes estudios cinematográficos existentes en la época de oro del cine, producían el 80% de las películas a nivel mundial. Hollywood fue el epicentro.
El glamour y el éxito convirtieron a Hollywoodland en un oasis donde vivir. Y el letrero luminoso ubicado en el cañón de Beachwood se convirtió en una pieza clave.
Las letras de 15 metros de alto por 9 de ancho fueron colocadas con un gran esfuerzo. Para transportar las enormes letras y los postes de 18 metros que las sostenían, hubo que desmalezar el cañón de Beachwood.
Además, tuvieron que construir un camino por donde los tractores pudieran subir. Aunque, como el último tramo de 70 metros es muy empinado, usaron animales de carga para subir los materiales del letrero. La construcción del cartel demoró 60 días con un coste de 21 mil dólares de entonces, lo que en la actualidad serían unos 250 mil de la misma moneda.
En la década de 1940, el letrero pasó a manos de la ciudad y fue donde se eliminaron sus últimas cuatro letras, es decir, que solo quedó Hollywood. En 1973, la Junta del Patrimonio Cultural de Los Angeles lo declaró monumento oficial N.º 111. Con sus historias y su pasado a cuestas, el letrero es un símbolo que representa a Los Angeles.