¿Qué? Sí, como lo oyes. Y lo dicen nada menos que investigadores británicos. Sugieren que el pelo de gato transferido a la ropa de una persona contiene su propio ADN. Eso podría proporcionar un vínculo entre un sospechoso y la escena de un crimen, o una víctima. Sí, un pelo de gato resolvería crímenes.
Los gatos son unas de las mascotas más populares del mundo. Hay alrededor 370 millones de gatos de compañía en todo el mundo. Están en millones de hogares. ¿Cómo podría esto ayudar a resolver crímenes? Unos investigadores de la Universidad de Leicester, Reino Unido, tienen una idea.
ADN felino
El pelo de gato podría ser la forma perfecta de atrapar a los delincuentes. Un solo pelo de estos felinos contiene ADN que podría relacionar a un sospechoso con la escena de un crimen. El felino medio suelta miles de pelos al año. Es inevitable que, al salir de una casa donde haya uno, quede alguna prueba del peludo residente. Esto es potencialmente útil en la investigación forense de actividades delictivas.
El artículo se publicó en la revista Forensic Science International: Genetics. Explican su punto. Un delincuente humano puede esmerarse en no dejar su propio ADN. Pero el pelo de gato transferido contiene su propia información genética. Además, los investigadores británicos desarrollaron un método para extraer la máxima información de ADN de un solo pelo de gato.
«El pelo que suelta el gato carece de raíz, por lo que contiene muy poco ADN utilizable. En la práctica, sólo podemos analizar el ADN mitocondrial». Lo dijo Emily Patterson, autora principal del estudio y estudiante de doctorado en Leicester. El nuevo método identificado permite determinar la secuencia de todo el ADN mitocondrial. Es unas diez veces más discriminatorio que la técnica usual, que solo analizaba un fragmento corto.
Gato detective
El equipo probó el método en un caso de gato perdido. Se pudo cotejar el ADN de los restos óseos de una felina hembra desaparecida. La comparación fue con el ADN del pelo de su descendencia masculina superviviente.
«En crímenes donde no ADN humano para analizar, el pelo de las mascotas es una fuente de pruebas de vinculación. Un pelo de gato resolvería crímenes. El mismo método podría aplicarse a otras especies, en particular a los perros», concluyen los estudiosos.
