Una plaga de chinches invade París
Una plaga de chinches se convirtió en un problema en París. La invasión de estos insectos alcanzó niveles que no se reportaban desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Tal es su magnitud, que el Diario Le Parisien en un artículo las denomina “los vampiros bajo las sábanas”. Los pequeños parásitos viajan de incógnito en maletas, en la ropa, se adhieren a los muebles y se esconden en sillones, sofás y colchones. Cuando todos duermen, las chinches se alimentan de sangre humana.
Las chinches invadieron París
La situación es tan preocupante que eclipsó la semana de la moda en la ciudad. Hasta el alcalde de París se refirió a la situación “nadie está seguro, puedes cogerlas en las calles y llevarlas a casa, sin detectarlas hasta que se expandieron por todos lados”.
Son las que les llamamos comúnmente “chinches de cama”, que tienen el tamaño de una semilla de manzana. Para detectar si hay chinches en las camas, se pueden revisar las sábanas, si notamos unas diminutas manchas marrones, es que las hay. Mientras las chinches se alimentan de nuestra sangre, defecan dejando esas diminutas manchas marrones. Aunque suena espantoso, es la mejor forma de saber si tenemos una invasión en nuestro hogar.
Se encendieron las alarmas cuando las personas que suelen ir al cine detectaron chinches en las butacas. Luego, los asientos del metro y de los trenes estaban invadidos por las chinches. La infección llegó a tales proporciones que algunas escuelas suspendieron las clases. Es una preocupación que crece, al pensar que se acercan los Juegos Olímpicos de París en 2024.
¿Cuál es la causa que provocó esta plaga de chinches?
A pesar de que la comunidad científica aún no ha proporcionado una respuesta definitiva sobre las razones que explican el resurgimiento de las infestaciones de chinches, se ha propuesto una explicación plausible. Hasta la década de 1960, se empleó el DDT, conocido como diclorodifeniltricloroetano, para erradicar las chinches, también como control de otras plagas de insectos.
El DDT es un compuesto químico que se adhiere a las superficies y permanece en los ecosistemas durante un período prolongado. Con el transcurso del tiempo, este compuesto está desapareciendo gradualmente de los ecosistemas, lo que permitió que vuelvan a resurgir.
El problema es que el DDT también se acumula en los seres vivos, por lo que prohibieron su uso en los años 60. El DDT puede estar activo por unos 40 años. Al vencer ese plazo, las plagas que controlaba reaparecieron.
¿Se puede extender por toda Europa?
El mayor problema es que no solo París y gran parte de Francia soporta esta invasión. También está sucediendo en España, que ya en el pasado sufrió consecuencias por estos parásitos hasta mediados del siglo XX.
Aquí tiene mucho que ver que estos pequeños insectos se pueden transportar de un sitio a otro en cuestión de 24 horas. En la actualidad, el mundo globalizado puede diseminar plagas en muy corto tiempo, como mosquitos, pulgas, garrapatas o chinches. Los transportes de carga es uno de los medios.
Aunque la plaga de chinches de cama es difícil de eliminar, queda la tranquilidad de que no transmiten ninguna enfermedad. El consejo es lavar las sábanas y ropas de cama con agua muy caliente, pues las chinches no soportan el calor ni el frío extremo. Para eliminarlas de los bordes de los colchones, donde suelen alojarse, se recomienda utilizar vapor.