El calzado más antiguo de Europa
En Albuñol, Granada, está la Cueva de los Murciélagos. Hace dos siglos, se hallaron allí vestigios de un cementerio milenario. Había utensilios, punzones de hueso, puntas de flecha, herramientas de piedra… Y también cestos y una veintena de sandalias de esparto. Recién ahora se sabe que estas sandalias son el calzado más antiguo de Europa.
El arqueólogo de la Universidad de Alcalá y autor del nuevo estudio es Francisco Martínez. Destaca que hay dos grandes grupos de objetos y materiales de esparto. “Los cuatro mejor conservados tienen unos 9.500 años. Son del periodo mesolítico, de dos milenios antes de que llegara la agricultura a la región”, destaca.
Sandalias con tiras
Eso supone que quienes los elaboraron eran cazadores-recolectores. Tal datación sitúa estos enseres, todos cestos, como los más antiguos del sur de Europa y, probablemente, de toda Eurasia. Los cestillos tenían, como todo lo que había en la cueva, un uso funerario. Dentro de algunos aún había cabellos y presentes, como semillas de adormidera.
En cuanto a las sandalias, “no hay calzado anterior a las esparteñas en Europa”, añade. Es el calzado más antiguo de Europa. De casi todas solo quedan las suelas. Hay un par de ellas de las que surgen lo que debieron ser unas tiras. Se cruzarían como hoy lo hacen en las sandalias de playa y las unirían al tobillo.
El geólogo del Centro Oceanográfico de Canarias, José Antonio Lozano, comentó el hallazgo. “En cualquier otro lugar los cestos y las sandalias habrían desaparecido. Lo orgánico desaparece fundamentalmente por culpa del agua. Facilita la proliferación de las bacterias que se comen la materia orgánica”. Pero aquí no hay humedad “por el clima de la zona y por la topografía y morfología de la cueva”. La misma sequedad que preservó sus esparteñas también momificó a sus portadores.
Otros estudios
Hace 155 años, el arqueólogo Góngora y Martínez ya estudió la cueva. Dejó un interesante escrito al respecto. “La sequedad del lugar, el nitro de que estaban revestidas las paredes ú [sic] otro agente difícil de señalar, había conservado perfectamente los cadáveres, trages [sic] y utensilios. Más de 40 siglos han respetado esa necrópolis. No la despedacéis vosotros en un día como dementes é [sic] insensatos”.