El tomate es un enigma ¿es fruta o verdura?
Desde tiempos ancestrales y hasta la actualidad suele ocurrir que nos preguntamos acerca del tomate, ¿es una fruta, una hortaliza o una verdura?. Según el libro que contiene la información sobre todos los seres orgánicos de la Tierra, la Enciclopedia de la vida (EOL, por sus siglas inglesas), el tomate es una fruta. Pero no siempre lo consideran como tal.
El tomate es una fruta, pero en gastronomía lo utilizan como hortaliza
Nace de una semilla, del ovario de una planta y se consume una vez maduro, tiene semillas dentro. No obstante, en el ámbito culinario, se considera una hortaliza, porque sus niveles de azúcar son mucho más bajos que los de las frutas. Además, ningún postre se prepara con tomate, y sí, estas preparaciones culinarias pueden incluir una o varias de las demás frutas.
Lo cierto es que algunas verduras, botánicamente, están categorizadas como frutas, aunque se las consume como si fueran verduras. El tomate es uno de esos ejemplos, pero hay más, los pimientos, los pepinos, las berenjenas, las judías verdes, las calabazas y los aguacates se suman a la lista. Cada uno de ellos es una fruta, aunque los consumimos en ensaladas y otras preparaciones culinarias como si fuesen verduras.
Peculiaridades del tomate
El tomate crudo, según la Enciclopedia de la Vida, contiene un 95% de agua, menos de 1% de grasa, 4% de carbohidratos y proteínas. Es un poderoso antioxidante y aporta en crudo 18 kilocalorías. Nos brinda además el 17% de la vitamina C que debemos consumir diariamente. Es indiscutible que nuestro organismo se favorece con su consumo. Estos son algunos de los beneficios que nos ofrece:
- Contiene vitamina A que protege la vista.
- Previene el estreñimiento.
- Mejora la piel
- Favorece a la circulación sanguínea.
- Ayuda a controlar el peso
Es originario de América del Sur. Estiman que las primeras plantaciones tuvieron origen en las regiones de Perú y Ecuador. Desde allí, se propagó por toda Sudamérica y llegó a México, donde Hernán Cortés lo llevó a Europa. El primer registro europeo sobre este fruto, data de 1544 y pertenece a un herbolario llamado Matthioli.
Un dato curioso tuvo lugar en Estados Unidos a fines del siglo XIX. Existe un caso en la justicia que tiene al tomate como protagonista. Corría el año 1893 y en la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos ingresó un juicio denominado Nix contra Hedden.
El hecho es que por aquella época, la comercialización de verduras, tenía gravámenes, cosa que no ocurría con el comercio de las frutas. Por esto es que los comerciantes del Puerto de Nueva York incluían al tomate en la categoría de “Frutos, verdes, maduros o secos, no especialmente enumerados o provistos en este acto”, como marcaba una ordenanza de 1883. Sin embargo, según el fallo de la Corte Suprema, el tomate debía pagar el 10% de impuesto, pues para ellos, era una hortaliza, ya que no se utilizaba para preparar postres.
Su sabrosura es indispensable en la gastronomía
Efectivamente, se trata de una fruta que desempeña un papel fundamental en numerosas creaciones gastronómicas. Desde pizzas hasta salsas que realzan lasañas y distintos tipos de pastas, pasando por jugos, sopas, una amplia gama de ensaladas y muchas otras delicias culinarias. Su ausencia indudablemente dejaría un vacío en estas preparaciones.
El término “tomate” proviene del idioma azteca y se traduce como “agua gorda”. Después de su llegada a Europa, diversas naciones optaron por renombrarlo. En Italia, adoptó el nombre de “pomodoro”, derivado de “pomo d’oro”, que significa “manzana dorada”. Esto explica por qué, al llegar las semillas de tomate a Rusia, lo llamaron “pomidor”.