El cambio climático subterráneo
En la actualidad, un nuevo peligro acecha a las grandes ciudades. Se trata del cambio climático subterráneo, provocado por la actividad humana en las urbes. Como los científicos lo definen, este “peligro silencioso” puede afectar los cimientos en forma subterránea.
El cambio climático subterráneo es un peligro silencioso
Hasta hace pocos años, esta elevación de la temperatura subterránea no preocupaba y no se había investigado correctamente. La contaminación de las aguas subterráneas y sus consecuencias sobre la salud, sí fueron motivo de investigación, pero no lo relacionado con las temperaturas.
Sin embargo, un estudio realizado por la Universidad de Northwestern en Estados Unidos, abordó este tema, y también fue más allá, incluyendo en la investigación el perjuicio que puede causar el cambio climático subterráneo en la edificación de las grandes ciudades. El estudio abordado por el equipo de la mencionada Universidad, es el primero en enfocar el tema desde otra perspectiva.
El hecho es que, debido a la elevación de la temperatura, el suelo se deforma y las construcciones civiles no están preparadas para soportar esa variación. Según Alessandro Rotta Loria, jefe del equipo que elaboró el estudio y profesor de ingeniería civil, este fenómeno es una amenaza invisible, aunque también tiene un lado positivo, puesto que se puede sacar buen provecho de él. Asimismo, afirmó, que este cambio de la temperatura subterránea no tiene que ver con el cambio climático en la atmósfera. Aunque sí es parte del impacto que provoca la actividad humana.
La situación actual en las grandes ciudades
En muchas partes del mundo, sobre todo en las grandes urbes, el calor generado por el transporte subterráneo, grandes aparcamientos, sótanos, redes de calefacción, entre otros, queda retenido por el suelo. El calor se absorbe durante el día y se libera durante la noche. Por esta simple razón, las zonas urbanas son más calientes que las zonas rurales.
Hace unos 25 años, comenzaron los primeros estudios sobre el calentamiento subterráneo. Las variaciones térmicas pueden afectar la forma en que el agua fluye, el crecimiento de las plantas, la salud de los ciudadanos y el estado de las vías del transporte subterráneo.
Por el momento, según sus conclusiones, no pone en peligro la vida de las personas. Aunque sí puede provocar cambios en la estética edilicia, donde se pueden necesitar reparaciones costosas. Según Rotta Loria, los edificios se están hundiendo lentamente, aunque no existe riesgo de que colapsen, al menos por ahora.
¿Qué pasará en un futuro cercano?
Según este ingeniero civil, el cambio en la térmica del suelo debe ser tomado muy en cuenta en las nuevas construcciones. Muchos de los edificios, incluso los más modernos, no están preparados en sus cimientos para soportar el cambio climático subterráneo. Sin embargo, también es posible el aprovechamiento del aumento de calor y transformarlo en energía. Existen tecnologías geotérmicas capaces de sacar provecho de este calor y utilizarlo para calefaccionar viviendas o edificios.
Como parte del estudio, los científicos instalaron más de 150 sensores térmicos en un barrio de la ciudad de Chicago. Como contrapartida, colocaron el mismo tipo de sensores en Grant Park, una zona alejada de la ciudad. Las temperaturas subterráneas dieron como resultado, una diferencia de más de 10° C de calor en la zona urbana. Según Rotta Loria, cada gran ciudad en el mundo debería realizar estudios similares para cuantificar el problema y buscar soluciones.