El cambio climático está afectando seriamente a la producción vitivinícola en Latinoamérica, aunque es un problema global. El proceso delicado que lleva una vid para su desarrollo se adelanta o se interrumpe a causa de los cambios en el clima. La mayor temperatura provoca modificaciones en la química del vino y produce alteraciones en su sabor y color.
El cambio climático perjudica la producción vitivinícola
Las altas temperaturas fueron devastadoras para muchas regiones del mundo productoras de uva, puesto que retarda su maduración. En otros sitios, como en Latinoamérica, las sequías, los incendios forestales y las lluvias con granizo perjudicaron a los productores. Tanto es así que algunos replantean su producción. En Chile, muchos productores de vinos están cambiando las vides por otro tipo de cosecha.
Las zonas fértiles para las vides se están desplazando a causa de las sequías. Cada año son más intensas y los incendios forestales resultan imparables. En 2017, la zona centro-sur de Chile fue arrasada por incendios forestales, con el perjuicio que conlleva para la producción de vino.
En Argentina, las heladas tardías y la sequía afectaron zonas productoras de vino como Mendoza. El aumento de la temperatura anual hace que la uva madure antes de tiempo, adelantando la vendimia. Esto provoca una adaptación al nuevo clima, aunque este sea cambiante. Por estas causas, muchos productores perdieron sus cosechas.
En 2022, la producción de vino en Mendoza disminuyó un 14%. Esta disminución fue a causa de heladas tardías en octubre y principalmente del granizo caído durante enero y febrero de ese mismo año.
Para los productores esto significa tener que adaptarse a nuevas tendencias que ayuden con la economía. Por ejemplo, en Chile destinan algunas parcelas para sembrar pinos o eucaliptos.
Enoturismo
El enoturismo es una forma de turismo especializada que se centra en la visita y exploración de las regiones vinícolas, con el objetivo principal de conocer y disfrutar del vino, su cultura, historia y tradiciones asociadas. Esta actividad combina el turismo con la degustación y apreciación del vino, así como la visita a bodegas, viñedos, museos del vino y otros lugares relacionados con la producción vinícola.
Argentina ponen en práctica el enoturismo. Reciben en las bodegas a turistas locales y de todas partes del mundo interesados en conocer cómo se elabora el vino. Hay bodegas chilenas que hacen lo mismo. Los visitantes recorren el camino de cada paso, de la elaboración de un buen vino, hasta el embotellado y colocación de sus respectivas etiquetas.
¿Cómo afecta el cambio climático?
El clima cambiante puede matar hasta las variedades más resistentes. Además, resulta determinante para la elaboración de un vino de calidad. El buen vino depende de tres elementos que deben estar en equilibrio, ácido, azúcar y los compuestos secundarios, que van cambiando según la variedad.
El azúcar va acumulándose en las uvas, mientras el ácido se descompone a medida que las uvas maduran. Los compuestos secundarios, químicos, se van acumulando a través del tiempo de maduración. Son taninos y antocianinas, que le dan color y protección a las uvas. A este delicado proceso lo afectan factores ambientales, como el extremo calor, el tipo de suelos, las lluvias intensas, la niebla o la sequía.
El cambio climático está perjudicando la producción vitivinícola de todo el planeta. Para las economías regionales, es un perjuicio que puede llevar a la desaparición de una bodega en los mercados.
