La lluvia de microplásticos sobre París
Lo dice la primera previsión meteorológica de contaminación por plásticos. La capital francesa se verá bañada en miles de millones de partículas de microplásticos. Caerán del cielo durante los cinco días de negociaciones sobre un tratado sobre este material. La lluvia de microplásticos sobre París es un ejemplo de lo que sucede en el mundo.
La ‘lluvia’ prevista oscilará entre 40 y 48 kilogramos de fragmentos de plástico por día. Si llueve mucho, es probable que la ‘caída de plásticos’ se multiplique por 10. La previsión contempla partículas bastante grandes. En su mayoría, fibras sintéticas de al menos 50 micras de longitud. Como referencia, un cabello humano mide unas 80 micras. Los plásticos que más nos deben preocupar son los de entre 10 nanómetros y un micrómetro.
En el ambiente
El método desarrollado por los científicos de la Fundación Minderoo se basa en una investigación en París a partir de 2015. Se supo que la mayoría de las partículas eran de nailon y poliéster. Posiblemente procedentes de la ropa. Otros trozos fueron desprendidos por los neumáticos, que los difunden cuando los vehículos frenan.
La preocupación por el impacto de este material en el medioambiente y el bienestar humano aumenta. Por eso se incrementan las investigaciones que documentan el fenómeno.
Estas partículas de plástico se descomponen en el medio ambiente. El «cóctel tóxico» acaba en nuestro organismo, causando daños inimaginables a nuestra salud. En los seres humanos, ya se detectaron trozos microscópicos de plástico en la sangre. También en la leche materna y la placenta.
Además, se destaca que cada minuto se vierte en el océano el equivalente a un camión de basura. En cuanto a los animales, los microplásticos generan mayor riesgo de cáncer. Y propician problemas reproductivos y mutaciones del ADN.
Soluciones
En 2022, 175 naciones acordaron forjar un tratado jurídicamente vinculante. Esperaban frenar la contaminación por plásticos. No se esperan grandes avances en las conversaciones técnicas que comienzan el 29 de mayo. Pero entre las principales políticas a debatir está la prohibición mundial de los artículos de plástico de un solo uso. Sería un sistema de «quien contamina paga» y un impuesto sobre la producción de plástico nuevo o «virgen».
Pero por ahora, nada detendrá la lluvia de microplásticos sobre París.