20 mil nuevos volcanes descubiertos bajo el mar
Menos de una cuarta parte de todo el suelo oceánico de la Tierra había sido cartografiado hasta el momento. Eso deja grandes lagunas en nuestra comprensión del reino submarino. Los 20 mil nuevos volcanes descubiertos bajo el mar lo demuestran.
Julia Gevorgian es científica de la Institución Oceanográfica Scripps en California. Dirige el equipo de expertos que hizo los hallazgos. La mayoría tiene más de 700 metros de altura. Algunos se elevan a 2.500 metros sobre el fondo marino.
Sondas y satélites
«Puede haber muchos más. Los datos de altimetría actuales tienen una resolución de unos 6 km. Significa que no se localizarán montes submarinos con un diámetro inferior a 6 km», destaca Gevorgian.
Los montes submarinos los crea la actividad volcánica en las profundidades del océano. Pueden alcanzar una altura de 3 a 10 km. Por lo general, son fáciles de detectar con un radar ultrasónico, pero solo si un barco pasa encima de ellos. ¿Cómo detectan las protuberancias en el mar? Con una ecosonda tradicional y los datos del satélite CryoSat-2 de la Agencia Espacial Europea.
El sonar usa ondas sonoras que rebotan en el lecho marino. El satélite detecta pequeños cambios en la elevación de la superficie del mar. Y refleja la atracción gravitatoria de las jorobas en la corteza submarina de la Tierra. Cuanto más grande es el montículo, más fuerte es su atracción gravitacional que atrae el agua de mar hacia la parte superior.
Miles de volcanes
Estos 20 mil nuevos volcanes descubiertos bajo el mar se suman a los ya descubiertos. Ahora el número se eleva a 43.454, casi el doble del número que conocíamos. Los montes submarinos canalizan agua rica en nutrientes desde las profundidades. Son un refugio para la vida marina que atraviesa océanos desérticos. Sus empinadas laderas también interfieren con las corrientes oceánicas que transportan el calor por todo el mundo. Los investigadores esperan encontrar pistas sobre la tectónica de placas y el magmatismo, así como minerales preciosos de tierras raras.
“Son objetos importantes para el estudio, el mapeo y la clasificación”, escriben Gevorkian. La información está en su artículo publicado en Earth and Space Science.