Pinin Brambilla Barcilon es una restauradora de arte italiana nacida en 1925 en la ciudad de Monza, que murió a los 95 años de edad, en diciembre de 2020. Es reconocida por su trabajo en la restauración de la obra de arte de Leonardo da Vinci “La Última Cena”, ubicada en el refectorio del convento de Santa María delle Grazie en Milán, Italia.
Fue reconocida restauradora de obras de arte muy importantes
Brambilla Barcilon llevó a cabo una larga carrera en la restauración de arte y trabajó en numerosas obras importantes de todo el mundo. Además de su trabajo en “La Última Cena” de Leonardo da Vinci, también intervino en la restauración de obras de otros artistas italianos como Raffaello Sanzio y Piero della Francesca.
Su trabajo fue ampliamente elogiado por la comunidad internacional de restauradores de arte y recibió el reconocimiento de la UNESCO en 1999. Desde entonces, Brambilla Barcilon continuó trabajando en la conservación de obras de arte de gran valor artístico en Italia y en todo el mundo, contribuyendo a la preservación de nuestro patrimonio cultural para las generaciones futuras.
Las restauraciones hechas a “La Última Cena”
“La Última Cena” es una de las obras de arte más conocidas del mundo. Por ello, es que la restauración de esta pintura resulta de gran interés a lo largo de los años. Leonardo da Vinci creó la obra entre 1495 y 1498 y se encuentra en Italia. El público la visita en el refectorio del convento de Santa María delle Grazie en Milán, Italia.
La primera restauración importante de “La Última Cena” tuvo lugar en el siglo XVIII, cuando Giuseppe Mazza trabajó en la conservación de la obra. En 1901, Luigi Cavenaghi restauró nuevamente la pintura, utilizó técnicas que en la actualidad se consideran obsoletas. En 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, el refectorio sufrió graves daños y lo mismo ocurrió con la pintura de Leonardo.
Después de la guerra, se inició una nueva restauración, esta vez a cargo de Pietro Marani. Marani. Empleó una técnica de limpieza de la superficie de la pintura mediante la aplicación de solventes suaves. Además, reemplazó las áreas de la pintura que estaban dañadas o perdidas.
La restauración de Pinin Brambilla
La última restauración de “La Última Cena” se ejecutó en 1999, por Pinin Brambilla Barcilon. Ella dedicó más de 20 años de su vida a este trabajo. Intervenía, cada vez, pequeños sectores, de no más de 5 cm de lado. Usó las técnicas más avanzadas para la limpieza y la restauración de la pintura.
Fue un proceso largo y delicado que requirió de una gran cantidad de conocimientos técnicos y una comprensión profunda de la historia del arte. Brambilla Barcilon utilizó una amplia variedad de herramientas, incluyendo tecnología láser para limpiar la superficie de la obra y eliminar la suciedad acumulada durante siglos.
Barcilon también trabajó para estabilizar la pintura, ya que se había producido una importante pérdida de pigmento en varias áreas de la obra. Y le devolvió la expresión original de sus rostros, tanto a Jesús como a los apóstoles.
La Última Cena es una obra de arte muy valiosa que valoraron generaciones de espectadores, y su preservación es crucial para el futuro. El objetivo es garantizar que la obra esté en las mejores condiciones posibles para que puedan admirarla las generaciones futuras.
