Las albóndigas de carne de mamut
La hazaña es de la compañía de biotecnología australiana Vow. Se especializa en producción de carne en laboratorio y tiene una nueva propuesta. Son las albóndigas de carne de mamut. O, por lo menos, la proteína del mamut lanudo.
Colaboraron con la Universidad de Queensland y usaron la información de la secuencia genética del mamut. Snfocaron en la estructura que es responsable de la producción de la proteína muscular mioglobina. Es en gran parte la responsable del sabor de la carne.
Sin probar
Los fragmentos de ADN ausentes se complementaron con partes del genoma de los elefantes modernos. Así, la cadena de nucleótidos resultante se sintetizó y se introdujo en mioblastos de oveja. Como resultado, de la proliferación se obtuvieron un total de 20.000 millones de células híbridas. Estas se usaron para hacer crecer la carne.
La albóndiga de mamut se presentó al público en Nemo, un museo de ciencias en los Países Bajos. El proceso de preparación tomó alrededor de dos semanas. Sin embargo, no hubo degustación. «No tenemos idea de cómo reaccionaría en nuestro sistema inmunológico cuando la comamos. Más adelante podemos mejorarla», comentó el profesor Ernst Wolvetang.
La idea principal del proyecto es llamar la atención sobre la posibilidad de cultivar carne en un laboratorio. «Elegimos el mamut lanudo porque es un símbolo de pérdida de diversidad. Representa el cambio climático», expresó Tim Noakesmith, cofundador de la empresa de biotecnología. Vow prefiere cultivar carne de especies de animales no convencionales. Por ejemplo, alpaca, búfalo, cocodrilo, canguro y pavo real.
Comiendo en Singapur
«El objetivo es hacer que unos cuantos miles de millones de carnívoros dejen de comer proteína animal. Y coman cosas que se puedan producir en sistemas electrificados. Buscamos células que sean fáciles de cultivar y que al combinarlas den como resultado una carne realmente sabrosa». Lo precisó George Peppou, director ejecutivo de Vow.
Este año van a suministrar carne cultivada de codorniz japonesa a restaurantes en Singapur. Es el único país que actualmente permite la venta de proteína creada en laboratorios. Pero, muy pronto, tal vez puedas probar también las albóndigas de carne de mamut.