¿Qué es la nueva adicción llamada Doomscrolling?
El doomscrolling es una adicción del siglo XXI. En los últimos tiempos, las malas noticias son habituales. La pandemia que avanza y retrocede, el conflicto Rusia-Ucrania que amenaza con desatar la tercera guerra mundial, la crisis climática y el calentamiento global, solo son algunas de tantas. El doomscrolling justamente se relaciona con la búsqueda de malas noticias.
¿Qué es el doomscrolling?
Por lo general, cuando navegamos por diferentes portales informativos buscamos malas noticias. Toda esa información de desastres nos estresa, sobre todo después del confinamiento a que nos llevó el virus del covid-19. Sin embargo, continuamos con la búsqueda.
Ese consumo excesivo de malas noticias se denomina doomscrolling. El término viene de doom que significa fatalidad, desastre; y de scrolling, que es desplazarse por distintos portales en busca de malas noticias.
Los científicos investigaron sobre este comportamiento compulsivo
La revista Technology, Mind and Behavior, perteneciente a la Asociación Estadounidense de Psicología, publicó un estudio sobre el doomscrolling. Es una tendencia que ya no se considera un mal hábito.
Informaron que se trata de un comportamiento compulsivo a desplazarse por redes sociales y portales en busca de malas noticias. Para realizar el estudio formaron cuatro grupos de estudiantes universitarios, con diez alumnos por grupo.
La experiencia se efectuó durante el confinamiento. Analizaron como utilizaban los estudiantes las redes sociales, los portales de noticias y si practicaban el doomscrolling. Parte de los estudiantes reconocieron que hicieron doomscrolling durante el principio del confinamiento. La mayoría de ellos admitió que el mayor tiempo libre que tenían era el responsable de tal actitud. También aceptaron que, durante la cuarentena, usaron en exceso las redes sociales y los portales de noticias.
Los responsables del estudio, opinaron que las situaciones de emergencia llevan a las personas a mantenerse informadas. La pandemia fue una de estas situaciones, que, además, dejó mucho tiempo libre. El mayor problema es que casi todas las noticias eran malas.
El doomscrolling se hizo más conocido durante la pandemia
El término doomscrolling se comenzó a usar en 2018. Aunque fue en 2020 donde se hizo más popular debido a la pandemia. La situación actual del mundo, con el peligro de una nueva guerra mundial y la pandemia que todavía preocupa, no es muy alentadora.
El estudio dice que las malas noticias pueden provocar un estrés agudo que podría afectar la salud mental. Cuando las malas noticias no llegan solas, sino que las buscamos en forma compulsiva, estamos ante el doomscrolling.
El doomscrolling afecta mecanismos fisiológicos, aumentando nuestro cortisol. Esta hormona está asociada al estrés y es acompañada por inflamación. Causa en nuestro cerebro un sentimiento de impotencia al no poder cambiar los hechos. Por estas razones, caemos en la depresión y la ansiedad.
Con las largas horas ociosas vividas durante el confinamiento, se agudizó el problema. Para evitar el doomscrolling, es necesario que encontremos entretenimiento en otros portales o al aire libre. Para ello es necesario dejar el móvil en casa y salir al aire libre a disfrutar de diferentes actividades.