El primer vuelo controlado de la historia
Hace un par de días, el 17 de diciembre, se recordó un hecho histórico. Los 118 años de la gesta del primer vuelo controlado de la historia conseguido en un aeroplano propulsado. Lo diseñaron los célebres hermanos Wilbur y Orville Wright. Aquella dio paso a la era de la aviación.
Balanceo clave
El aparato se elevó unos 40 metros durante 12 segundos. Sucedió en Kitty Hawk, Carolina del Norte. El gran aporte al vuelo de los Wright fue el control de viaje mediante el balanceo. Hasta entonces los aviones existentes tenían diseños que los hacían muy difíciles de controlar. No consideraban la necesidad de inclinar las alas para cambiar de dirección.
El primero en intentarlo fue Wilbur, sin éxito. Solo se elevó un par de metros y avanzar un escaso trecho antes de estrellarse. El destino quería que fuese Orville quien pasara a la historia por este hecho. Lo lograron después de cientos de experimentos, el 14 de diciembre de 1903.
Los hermanos Wright vendían bicicletas en su propia tienda y no tenían muchos conocimientos técnicos. Su pasión por volar logró salvar esos obstáculos. Se documentaron de manera exhaustiva y contactaron con todo tipo de expertos. Así aprendieron qué motor utilizar, o dónde realizar las pruebas. Uno de sus inventos previos era el uso del túnel de viento para probar sus aeroplanos. Construyeron uno que funcionaba con un motor de gas, ya que no tenían electricidad en su tienda. Usaron este aparato para probar las propiedades aerodinámicas de las alas de sus aparatos.
Tratos con el ejército
Los hermanos contactaron con el ejército de Estados Unidos en 1905. Querían venderles su invento. La propuesta fue rechazada. Tenían dudas sobre la operatividad del aeroplano y tenían las malas experiencias previas.
Pero el primer vuelo controlado de la historia solo fue el inicio para los hermanos. Ganaron mucha celebridad en el mundo con sus ejercicios y experimentos. Así, el ejército cambió de opinión. Decidieron comprarles un aeroplano. El vuelo de inauguración resultó ser una tragedia.
El teniente Thomas E. Selfridge que viajaba a bordo del aparato murió. Orville, a los mandos, resultó gravemente herido. Un fallo mecánico hizo que el aparato se estrellase en una exhibición en el Fuerte Myer, Virginia, en 1908.