El pegamento que detiene el sangrado
¿No sería fantástico detener un sangrado de inmediato? Alrededor de 1,9 millones de personas mueren cada año por hemorragias. Sin embargo, ¿Cómo hacerlo fácilmente? Tal vez, con el pegamento que detiene el sangrado. Sella los órganos sangrantes en segundos. Incluso en personas con coagulopatías al borde de la muerte. ¿Cómo lo hicieron los científicos. Inspirándose en los percebes, el crustáceo que crece sobre rocas, tortugas y ballenas.
Sobrevivencia animal
Cuando los cuerpos están sangrando, es muy difícil detener la hemorragia. Los adhesivos disponibles en el mercado no logran pegarse al tejido húmedo. La vida de las personas depende de los minutos en que pueda actuar un anticoagulante.
Pero eso podría cambiar con el pegamento que detiene el sangrado. Lo crearon los científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Esta pasta se adhiere firmemente a los tejidos. Y repele la sangre en menos de 15 segundos, lo que podría salvar millones de vidas.
«La fuerza motriz de la evolución de la naturaleza es la supervivencia» Lo dijo Hyunwoo Yuk, uno de los autores del estudio. «¿Quieres resolver un problema? Tal vez encuentres un animal que ya evolucionó para resolverlo», agregó. Los percebes llamaron su atención. Son «molestos y pegajosos»: «Se pegan en la roca, se pegan en el acero oxidado. Y se pegan en superficies viscosas como las ballenas y las tortugas».
Experimentos esperanzadores
Lo hacen gracias a proteínas adhesivas incrustadas en una matriz rica en lípidos. Así, los científicos desarrollaron una pasta de «matriz oleosa hidrofóbica». Esta pasta repele la sangre. Y se une a las superficies de los tejidos al aplicar una suave presión. Lo cuenta el estudio publicado en la aclamada revista Nature Biomedical Engineering.
Se experimentó con ratas, con heridas sangrantes en el corazón y el hígado. «Se podía sellar la lesión en apenas 10 segundos», aseguró Yuk.
Las ratas sobrevivieron gracias al pegamento. Lo mismo ocurrió con los cerdos que fueron probados por los colaboradores de Yuk. Los resultados preliminares son un buen augurio. Ayudaría a pacientes quirúrgicos humanos con trastornos sanguíneos, cardíacos y hepáticos.
«Mi impresión general de este material es que es increíble», dijo a Wired Hanjay Wang. Es residente del Departamento de Cirugía de Stanford. «Definitivamente cubre una necesidad. Sobre todo, en el ámbito de las urgencias, cuando se necesita simplemente tener el control».