Allá por los años 70 la crisis desatada por la guerra del Yom Kippur hizo subir en exceso el precio del petróleo. Fue en esa época cuando un español llamado Arturo Estévez Varela presentó un motor que funcionaba con agua.
¿Inventaron realmente un motor que funcionaba con agua?
Fue un motor de combustión interna modificado para funcionar con agua y un “ingrediente secreto”, según las palabras de su inventor. Aunque muchos lo tildaron de fraude, el invento de este señor funcionaba realmente.
Arturo Estévez Varela era natural de Valle de la Serena, donde nació en 1914. Se recibió de Perito Industrial, lo que hoy viene a ser como un ingeniero Industrial, en Areneros de Madrid. Este inventor, durante su vida fue el creador de más de 70 patentes. Incluso en 1972 se le otorgó la medalla de plata en la Exposición Internacional de Bruselas. Esto demuestra que don Arturo no era un estafador ni un timador profesional.
Debido a la crisis del petróleo, el invento del motor que funcionaba con agua se hizo muy popular, tanto que hasta apareció en la televisión. El inventor echaba agua en el tanque de su ciclomotor adaptado. Además agregaba un poco de su ingrediente secreto y se marchaba en la moto.
Detalles del funcionamiento de este motor
No era el agua lo que movía el motor, sino un generador de hidrógeno, como él mismo indicaba. Con dos litros y medio de agua, más un kilogramo de su ingrediente secreto, el motor funcionaba de maravillas.
La sustancia secreta producía una reacción química. Así liberaba el hidrógeno, que funcionaba como combustible. Sin embargo, el invento cayó en el olvido y nadie más habló de él. Por supuesto que se formaron diferentes historias alrededor de este motor de agua.
La más escuchada fue que las grandes petroleras compraron el invento y nunca se patentó, para finalmente archivarlo. Para los países petroleros, un invento como este pondría fin a un gran negocio que dominaba el mundo, y que aún lo sigue haciendo en la actualidad.
Aunque la realidad parece ser otra. El invento llegó hasta el gobierno español y fue Franco quien encargó a un grupo de expertos analizar el motor. Pero había un problema, sospechaban que el ingrediente secreto era boro. Este metaloide tiene un coste muy alto, aún en la actualidad. Por esto, Franco desestimó la propuesta por ser más onerosa que la gasolina.
Sin embargo, Estévez Varela insistió que su ingrediente secreto no era boro, pero no informó de cuál se trataba. Los técnicos suponen que se trataba de ferrosilicio. Es una aleación que utilizaron a principios de siglo para llenar de hidrógeno a los globos aerostáticos y los dirigibles.
Cabe destacar que en la actualidad hay automóviles que funcionan con hidrógeno. Sin embargo en el modelo español, solo se vierte agua en el tanque, en lugar de hidrógeno a presión. Como se ve, el invento español era posible, pero la verdad de lo ocurrido quizá nunca se conozca.
