El enigma del Portal al inframundo de Turquía ya fue resuelto
En el actual territorio de Turquía se encuentra la antigua ciudad romana de Hierápolis, un lugar que reconocido por ser un “Portal al inframundo”. El portal, lo conocieron antiguamente como la Puerta de Plutonium. Fue visitado y descrito en documentos por Cicerón y Estrabón, el famoso geógrafo griego de la antigüedad.
Arqueólogos encuentran el Portal al inframundo de Turquía
Desde épocas antiquísimas, se sabe sobre la existencia de un portal al infierno en la ciudad de Hierápolis. Sin embargo, se desconocía su ubicación exacta. Científicos de la Universidad de Duisburg-Essen de Alemania, estudiaron el lugar y encontraron su ubicación.
Hierápolis está ubicada en Pamukkale, al oeste de Turquía. Es un lugar paradisíaco que recibía cada año a más de 2,5 millones de turistas antes de la pandemia. Un sitio montañoso, formado a través de 400 mil años por burbujeos de manantiales en la piedra caliza. Las cascadas, con el paso del tiempo, dieron paso a las formaciones de estalactitas blancas que son todo un espectáculo visual.
Hay agua que corre por las laderas montañosas. Deja un depósito de carbonato de calcio de más de tres kilómetros de largo y unos 160 metros de altura. Entre las formaciones, el agua cristalina corre por el valle, invitando a los turistas a tomar baños termales. Estas formaciones se denominan travertinos, de un blanco brillante, que dieron nombre al lugar. Pamukkale en turco significa “castillo de algodón”.
Herápolis o “La puerta del infierno“es una ciudad antiquísima
En la altura de estas formaciones rocosas, está la ciudad de Hierápolis. Fue fundada por los reyes atálidos de Pérgamo en el siglo II antes de Cristo. En el año 133 dC, fue tomada por los romanos, que la convirtieron en una ciudad balneario vacacional. Difundieron que sus aguas poseían poderes curativos, lo que atrajo a visitantes de todas partes del Imperio.
Durante este período en el siglo III dC, se construyó la puerta con arcos de la entrada, la calle principal llena de columnas y el hermoso anfiteatro. Todo se construyó con el travertino proveniente del lugar, de una belleza inimaginable bajo el brillo del sol.
Sin embargo, también Hierápolis se conocía como una puerta al infierno, donde las tres cabezas de Cerbero mataban con su aliento. Allí, muchos pagaban a los sacerdotes para realizar sacrificios en nombre de Plutón o Plutonium. Se llevaban animales al santuario, e instantáneamente caían muertos, aunque los sacerdotes siempre salían vivos.
Científicos alemanes resolvieron la gran incógnita del Portal al inframundo
Los científicos de la universidad alemana viajaron al lugar para estudiar el porqué de las muertes de los animales. Se encontraron con muchos animales muertos en el lugar en la actualidad, ratones, insectos y aves.
Utilizaron un analizador de gases portable. Así descubrieron altos niveles tóxicos de dióxido de carbono. La concentración normal contenida en el aire es de 0,04%, pero en el santuario el nivel de CO2 es del 80%. Esto es letal para animales y humanos. Solo unos minutos de exposición dentro del santuario, son letales.
Concluyeron que los animales que tienen la nariz casi pegada al piso, mueren casi instantáneamente. Mientras los humanos, al caminar erguidos, pueden sobrevivir más tiempo. Por esta razón es que los sacerdotes salían vivos del santuario. El enigma del Portal al Inframundo, se resolvió de esta manera.