La última vez fueron 17,5 °C, en marzo del 2015. Era la más alta temperatura registrada. Pero eso ya quedó atrás. Ahora, el récord de temperatura máxima en la Antártida es de 18.3 °C. Lo confirmó la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Otra no confirmada
La misma estación registró las dos temperaturas. Está en punta Foca de la bahía Esperanza, en la península Trinidad. En febrero del 2020 una estación brasileña en la isla Seymour tomó una medición mayor. Llegaba a los 20,75 °C. Pero la OMM no lo confirmó ya que un escudo antirradiación alteraba las mediciones.
La Antártida es de las zonas del planeta con un ritmo más rápido de calentamiento. La temperatura en esta región ha subido casi 3 °C en los últimos 50 años. Así lo dice el secretario general de la OMM, Petteri Taalas. «Por lo tanto, este nuevo récord de temperatura es coherente con el cambio climático que estamos observando», agregó.
La institución meteorológica colabora con el Sistema del Tratado Antártico. Buscan mantener impoluto este continente, señaló Taalas.
Calor condicionante
Un comité de la OMM reveló que una alta presión sobre la zona crea condiciones características del viento foehn (vientos descendentes de ladera). Estos generan un importante calentamiento de la superficie. Condiciones idóneas para provocar un aumento de las temperaturas. «Es importante verificar ese récord de temperatura máxima en la Antártida. Nos alerta de los cambios en la región», destacó Taalas.
La Antártida carece de observaciones meteorológicas continuas y sostenidas suficientes. Como el Ártico, condiciona los patrones climáticos y oceánicos, así como la subida del nivel del mar. «La lucha contra el cambio climático exige medidas urgentes», declaró Celeste Saulo. Dirige el Servicio Meteorológico Nacional de la Argentina. Y es Primera Vicepresidenta de la OMM.
Es indispensable reforzar los sistemas de observación, pronóstico y alerta anticipada. Así se podrá responder más rápido a posibles fenómenos extremos. En mayo, un enorme iceberg se ha desprendido de la costa antártica. Los científicos atribuyen este fenómeno registrado en la Antártida durante los últimos 30 años al cambio climático.
