¿En quién se basó la historia del Conde de Montecristo?
Alexandre Dumas fue uno de los escritores franceses más reconocidos en el mundo, autor de obras maestras de la literatura universal. “El conde de Montecristo” continúa siendo inspiración de directores de cine y de teatro. La duda es en quien se basó Dumas para escribir la historia.
Existen dos fuentes de inspiración posibles para Alexandre Dumas
Muchos críticos coinciden que El conde de Montecristo es la obra cumbre de Dumas. Aunque no todos están de acuerdo en que la fuente que inspiró al gran escritor para describir las peripecias sufridas por el protagonista Edmundo Dantés. Algunos creen que basó su inspiración en su propio padre, Alejandro, un general del ejército francés. El general Dumas era muy diestro en el uso de la espada y un excelente estratega, que logró muchos triunfos en las campañas de Italia y Egipto junto a Napoleón.
Celoso de este imponente general, alto y bien parecido, Napoleón decide apartarlo de su camino haciendo que el barco en el que regresaba a Francia naufragara. El general Dumas pasó dos años en una prisión fortificada en Italia y fue víctima de varios intentos de envenenamiento. Cuando por fin pudo volver a Francia, un cáncer de estómago, producto de los intentos de envenenarlo, puso fin a su vida.
La segunda posible fuente de inspiración
Sin embargo, hay otra historia que pudo inspirar al genial escritor y que sucedió 40 años antes de que El conde de Montecristo fuese presentado. En los primeros años del siglo XIX Francia e Inglaterra mantenían un conflicto irreconciliable. A tal punto que cualquier persona sospechada de ayudar a los británicos, recibía castigo sin juicio.
En 1807, un próspero fabricante de zapatos, Pierre Picaud, estaba por contraer matrimonio con una bella joven aristócrata. Faltando poco tiempo para consumar la boda, los amigos del zapatero le hacen una broma, denunciándolo ante la policía como espía de los ingleses. La realidad es que Picaud terminó en la cárcel, ni siquiera supo de qué se lo acusaba. Los amigos de Picaud, Loupian, Solari y Chaubert, jamás confesaron la broma y dejaron que los años pasen.
Pierre Picaud pasó cinco años en la prisión italiana de Fenestrelle, tan fortificada que es, después de la Gran Muralla China, la construcción amurallada más grande de la tierra. Durante el encierro, el zapatero conoció a Torri, un religioso muy anciano, que antes de morir le dio la ubicación de un tesoro enterrado en Milán.
Ya libre Pierre Picaud solo pensó en vengarce
Pierre Piacud volvió a Francia con el tesoro y dispuesto a consumar su venganza. Asesinó a Chaubert y luego envenenó a Solari. Para Loupian planeó algo más siniestro, pues él se casó con la novia de Picaud. Hizo que la hija de Loupian se case con un delincuente para luego denunciarlo. Una vez en prisión el yerno de Loupian, su hija se suicidó por la vergüenza.
Para continuar con la venganza engañó al joven hijo de Loupian para que robara oro. Cuando el muchacho lo hizo, Picaud lo incriminó. Todos le creyeron a él y no al joven, ya que Picaud era un hombre rico. Por último, prendió fuego el restaurante que poseía Loupian, dejándolo en la ruina y finalizó su venganza asesinándolo.
Informes policiales de esa época, cuentan que había un cuarto amigo llamado Allut, que si bien no participó en la “broma”, tenía conocimiento de ella. Al enterarse de la venganza de Picaud para con sus amigos, se adelantó y lo asesinó. Esta es la única parte de la historia que no coincide con la de Edmundo Dantés.