¿Pero, es que acaso se bailaba hace 8000 años? Por supuesto. El ser humano siempre usó la danza como parte de diversos rituales. Es curioso descubrir que ese tiempo danzaban de forma psicodélica. Es lo que se deduce en una antigua necrópolis de Karelia, en Rusia. En la Edad de Piedra se bailaba con dientes de alce como sonajero.
Bailando por investigación
Había marcas de desgaste en los dientes ubicados en estas tumbas. Indican que los objetos fueron utilizados como cascabeles. «Los adornos de dientes de alce sobre la ropa emiten un fuerte traqueteo al moverse». Lo dice en un comunicado la arqueóloga auditiva Riitta Rainio. Trabaja en la Academia de Finlandia de la Universidad de Helsinki.
«Ellos usaban estos cascabeles al bailar. Era más fácil sumergirse en el paisaje sonoro. Y, finalmente, dejar que el sonido y el ritmo tomen el control de sus movimientos. Es como si el bailarín fuera guiado en el baile por alguien».
Rainio conoce bien el tema. Bailó, con fines de investigación, durante seis horas consecutivas. Usó adornos de dientes de alce producidos según el modelo de la Edad de Piedra. Investigaban qué tipo de marcas de desgaste se forman en los dientes al entrechocarse. El sonido de un cascabel de dientes puede ser claro y brillante o fuerte. Depende del número y la calidad de los dientes, así como de la intensidad del movimiento.
¡Baila!
Las marcas de desgaste de los dientes son el resultado del baile. Los dientes desgastados por el baile se analizaron con microscopio. Estas marcas luego se compararon con los hallazgos hechos en las tumbas. Compararon astillas, los huecos, los cortes y las superficies alisadas de los dientes. Había una gran semejanza. Pero las marcas en los dientes de la Edad de Piedra eran más profundas y extensas. Al parecer, bailaban sin parar.
En la Edad de Piedra se bailaba con dientes de alce. ¿No te gusta bailar? Está en nuestro ADN. Así que no lo pienses demasiado. Enciende la música… y ponte a bailar.
