El cementerio de mascotas más antiguo
Tiene dos mil años
No, no nos referimos a la obra de Stephen King. Este es menos siniestro, y quizás hasta entrañable. Es el cementerio de mascotas más antiguo del mundo. Fue encontrado en Egipto, y tiene casi 2.000 años. Está lleno de restos de gatos y monos que un lucen collares con cuentas de conchas, vidrio y piedra.
Animales bien cuidados
Los antiguos egipcios son conocidos por momificar innumerables animales para honrar a los dioses. Pero este cementerio es diferente, dijo la investigadora Marta Osypinska. Ninguna de las criaturas en este cementerio mostró signos de haber muerto a manos de personas.
En cambio, «tenemos animales viejos, enfermos y deformados. Tuvieron que ser alimentados y cuidados por alguien», dijo Osypinska a Live Science. «Tenemos animales (casi todos) que se entierran con mucho cuidado. Los animales se colocan en una posición para dormir. A veces envueltos en una manta, a veces cubiertos con platos».
En un caso, un mono macaco fue enterrado con tres gatitos, una canasta de pasto, tela, fragmentos de vasija y «dos conchas muy hermosas del Océano Índico apiladas contra su cabeza». Osypinska piensa que en Berenice los animales no eran sacrificios a los dioses, sino solo mascotas.
Descubrieron el cementerio de mascotas por accidente. Durante años, los investigadores excavaron las afueras de Berenice porque alberga un antiguo vertedero. En 2011, los arqueólogos comenzaron a encontrar restos de animales pequeños en un área.
«Resultó ser decenas de esqueletos de gatos», dijo. Osypinska. De hecho, de los 585 animales que excavaron, 536 eran gatos, 32 perros, 15 monos, un zorro y un halcón. En el cementerio de mascotas más antiguo del mundo se hallaron también ataúdes improvisados.
Vieja amistad
Al igual que algunas mascotas de hoy, estos animales pueden haber trabajado para sus dueños. Pero algunos de los animales estaban deformados. Eso significa que probablemente no podrían correr. Su equipo también encontró perros, algunos casi desdentados, que llegaron a la vejez.
Hay otras pistas indicaron que estos animales eran mascotas. Muchos de los gatos llevaban collares de hierro o de cuentas, «a veces muy preciosos y exclusivos”.
Muchos estudiosos sostienen que el mundo antiguo no tenía el concepto de «mascotas». Pero «nuestro descubrimiento muestra que los humanos tenemos una profunda necesidad de la compañía de los animales», dijo Osypinska. Hace unos 2.000 años, «el puerto de Berenice estaba en el fin del mundo. Era un pedazo del mundo vacío y hostil», dijo. «Los comerciantes vinieron aquí para traer bienes exclusivos al imperio. Lo que tomaron en un viaje tan largo y difícil: un perro amado, o tenían un mono traído de la India, o tenían gatos».
El estudio aparece en la edición en línea del 25 de enero de la revista World Archaeology.