El misterio de las cabras con cuatro cuernos
Le sucede a ciertas ovejas, también. Desarrollan un par adicional de cuernos, espontáneamente. ¿Por qué? ¿Qué lo ocasiona? No, no es ninguna posesión demoniaca, al menos por ahora. La respuesta está en la ciencia. Y en un estudio del genoma de más de 2.000 cabras y ovejas. El misterio de las cabras con cuatro cuernos por fin se empieza a clarificar.
Viejos registros
Se les conoce como policerato. La evidencia de la existencia de estos animales, se remonta a varios siglos. Por ejemplo, el traslado de una cabra de cuatro cuernos desde el pueblo de Bulle en Suiza. Se registró en 1786. El destino era la finca de la reina María Antonieta en Versalles. Sin embargo, las causas genéticas de esta anomalía morfológica permanecieron desconocidas hasta ahora.
El estudio lo emprendió el Instituto Nacional para la Investigación Agronómica de Francia. Se publicó en Molecular Biology and Evolution, y revela algo interesante. Todos los individuos policerados portan una mutación que afecta al mismo gen, denominado HOXD1. Este es un gen homeótico. ¿Qué significa? Que participa en la organización del plan corporal durante el desarrollo de los embriones. La mutación observada en ovinos y caprinos es diferente. Pero en ambos casos conduce a una reducción de la cantidad de proteína HOXD1 producida por el gen del mismo nombre.
Gen y cuernos
Los investigadores pudieron determinar la función del gen HOXD1. Es delimitar la región donde los cuernos pueden crecer a ambos lados de la cabeza del animal. Cuando ocurre una mutación genética, la superficie se expande. Y esto resulta en la división de las yemas de los cuernos durante el desarrollo embrionario. Como resultado, surge el crecimiento de cuernos supernumerarios.
Se trata de una función nueva e inesperada para un gen homeótico. Es una función que probablemente evolucionó específicamente con la aparición de los bóvidos. Explica el misterio de las cabras con cuatro cuernos y permite determinar el área precisa donde emergerán estos órganos distintivos, así como su número. Así que si los ves… no llames a un exorcista.