La contaminación sonora domina el mar
El mar… nada hay tan relajante. Casi nada. Pero… ¿sigue siendo así? ¿Sigue siendo el océano un remanso de paz? No. La contaminación sonora domina el mar, y alcanza límites peligrosos. Es, cada vez más, una estridente cacofonía. El ruido de la actividad humana se ha hecho más fuerte y prevalente. Esto lo dice un estudio internacional publicado en la revista ‘Science’. Participan investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Coro marino
El investigador Carlos Duarte y sus colegas de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdalá, de Arabia Saudí, lo explican. El rápido cambio del paisaje sonoro de los océanos afecta a toda la vida marina. Mitigar estos impactos es clave para conseguir un océano más saludable.
El coro natural de los océanos del mundo es interpretado por un vasto conjunto de sonidos geológicos (geofonía) y biológicos (biofonía). Pero hace más de un siglo, pesan más los sonidos de las actividades humanas en alta mar. La pesca, el transporte marítimo y el desarrollo. Y las actividades humanas silenciaron algunas zonas del océano. La caza de grandes mamíferos marinos ruidosos, como las ballenas, influyen en esto.
Nuestro ruido afecta negativamente a los animales marinos. Modifica su comportamiento, fisiología y, en algunos casos, su supervivencia general. Los efectos nocivos de la contaminación acústica podrían disminuir rápidamente. ¿Cómo? Regulando de las fuentes de ruido marino.
«Los cambiantes paisajes sonoros de los océanos son el ‘elefante en la habitación’ del cambio oceánico global. Las sociedades apuntan a la ‘economía azul’ como fuente de recursos y riqueza. Pero es esencial que los paisajes sonoros de los océanos se gestionen de forma responsable. Solo así garantizaremos el uso sostenible del océano. Esto no funcionará si la contaminación sonora domina el mar».