La ropa que se estira y sirve para muchas tallas
Tejido innovador
¿Ropa basada en origami? No es imposible, y ofrece impensadas ventajas. El ingeniero aeronáutico Ryan Yasin, islandés residente en Londres, lo tiene claro. Por eso creó Petit Pli. Es su firma de moda infantil, que tiene la ropa que se estira y sirve para muchas tallas. Sí, el tejido crece.
Eureka
Cuando tenía 27 años, le envió a su hermana un paquete con ropa para su sobrino, que acababa de nacer. Para cuando llegó, las prendas ya no le servían. A Yasin se le encendió una bombilla. “Tal vez podía desarrollar ropa que creciese y durase más tiempo, y así tener un impacto positivo en la industria de la moda”, explica. “Investigué diferentes técnicas de pliego, diferentes densidades, probé hasta mil materiales diferentes”, recuerda. Luego lanzó el primer producto, que ya lleva más de 5.000 unidades vendidas. Eran un pantalón y un jersey, impermeables y ultraligeros, fabricados con botellas recicladas, para niños. Prendas capaces de desplegarse hasta siete tallas; es decir, de estirarse sin perder su forma.
Su apuesta fue ampliamente premiada. Petit Pli ha recibido el H&M Foundation Global Change Award y el Red Dot Award, entre otros. Colocó a Yasin entre los 30 emprendedores jóvenes más prometedores de Europa en la categoría de moda de la revista Forbes.
Ropa que contamina
La industria de la moda es responsable del 20% de las aguas residuales y del 10% de las emisiones de carbono del mundo. Pero no solo se compra más ropa, sino que se tira antes. El tiempo que se conserva una prenda se ha reducido a la mitad desde comienzos de siglo.
“Nuestra percepción del valor que tiene una prenda está distorsionada por su bajo precio”, explica Yasin. La cuestión es cómo conseguir que el comprador pague más por prendas que contaminen menos. Para Yasin no basta con ofrecer una versión ecológica de las mismas. “Que una oferta sea sostenible no significa que sea relevante. Para que lo sea, tiene que ser también práctica y atractiva. Puedes tener el producto más sostenible del mundo, pero, si nadie lo quiere, su relevancia será nula”. La ropa que se estira y sirve para muchas tallas tiene el enfoque del universo de la ingeniería, al que pertenece. “Tenemos que entender las necesidades que tiene la gente con su ropa y diseñar basándonos en ellas y no en torno a sus deseos. Así podremos ofrecer algo útil”. Esa es la filosofía con que nace Petit Pli: comprar constantemente ropa a un niño en continuo crecimiento es una necesidad. Que la ropa crezca con el niño, una solución.
El futuro
Pero la moda infantil es solo el principio. Petit Pli ya está aplicando su tejido a otros fines: uniformes para el sector de la construcción, mascarillas que se adaptan a la estructura facial del usuario, ropa para embarazadas… Las posibilidades de combinar tecnología y moda son muy amplias. El diseñador habla de zapatillas que generan electricidad, de sábanas que nos asean mientras dormimos, de estampados descargables que se proyectan sobre el textil… “Hay muchísimas variables en las que la tecnología puede interactuar con nuestra ropa. Que las prendas crezcan es solo el principio”, vaticina.