El lago fósil enterrado bajo el hielo
Es común hallar fósiles animales debajo de la superficie. Otras veces, se encuentras fósiles de plantas. Pero, ¿fósiles de lagos? Sí, también existen, y se descubren el día de hoy. Los investigadores de la Universidad de Columbia (EE.UU.) hallaron uno. Estaba bajo el hielo de Groenlandia desde hace cientos de miles o millones de años. Esta es la historia del lago fósil enterrado bajo el hielo.
Este lago forma parte del «mundo perdido» situado bajo la «corteza» helada de Groenlandia. Son montañas, cañones, ríos y lagos. Cada vez tiene menos hielo sobre él a causa del calentamiento global.
Solo el año pasado, se informó del descubrimiento de 50 lagos subglaciales en Groenlandia. Son cuerpos con agua atrapada entre el lecho rocoso y el hielo situado por encima. En esta ocasión, lo que se descubrió es la cuenca de un antiguo lago, seco desde hace mucho. Está bajo 1,8 kilómetros de hielo. Estos hallazgos se publicaron en la revista « Earth and Planetary Science Letters».
Este lago se formó cuando en la región no había hielo. Alcanzó una extensión considerable, de 7.100 kilómetros. Según sus cálculos, almacenó unos 580 kilómetros cúbicos de agua.
Lo importante es lo de adentro
Para los científicos, lo más interesante es estudiar los sedimentos que rellenan la cuenca. Son como una cápsula del tiempo de lo ocurrido en Groenlandia. «Podría ser una importante fuente de información sobre un paisaje que hoy está totalmente inaccesible y oculto». Lo dice para « ScienceAlert.com» Guy Paxman, líder del estudio e investigador en la Universidad de Columbia (EE.UU.).
«Si pudiéramos llegar hasta esos sedimentos, nos podrían decir cuándo el hielo estuvo ausente o presente», explica. Esto sería crucial para estudiar el clima pasado y las condiciones de Groenlandia.
La cuenca se observó gracias a la misión «IceBridge», de la NASA. Es un sondeo de las regiones polares del mundo desde aviones. Se usaron medidas de radar, gravedad y magnetismo.
Este antiguo lago existió en una época más cálida. Debió de ser resultado del desplazamiento del terreno debido a la presencia de una falla, hoy inactiva. Si se pudiera perforar la cuenca, se tendría acceso a una increíble fuente de información.
«El lago fósil enterrado bajo el hielo nos diría cómo se comportó el hielo de Groenlandia en el pasado», concluye Paxman. «Es importante si queremos entender también cómo se comportará en las próximas décadas».