Los interesados por la historia nazi saben que Hitler quería encontrar el Santo Grial. Quienes han seguido la saga de películas de Indiana Jones habrán visto que los jerarcas nazis hacían todo por descubrir la ubicación del Arca de la Alianza y el Santo Grial. Pues nada más cierto, Adolf Hitler y Heinrich Himmler estaban obsesionados con estos grandes misterios.
Los nazis reclutaron a Otto Rahn para rastrear el Santo Grial
Lo esotérico y el ocultismo eran muy importantes en el régimen nazi. También todo lo relacionado con la vida de Jesús. Tanto es así que dentro de las SS se creó un departamento para el rastreo del Santo Grial, el Arca de la Alianza o la espada de Longinos, entre otros.
Un especialista en la historia y experto en los cátaros fue Otto Rahn. Lo reclutó el mismo Hitler para buscar el Santo Grial. Rahn desde joven consiguió las pistas de la copa que Jesús usó en la última cena. Por este motivo se especializó en el catarismo. Los cátaros eran un movimiento de ascetas y gnósticos que habitaron en Francia. Los persiguió la Iglesia Católica durante el siglo XVIII.
Algunas pistas de Rahn estaban equivocadas
Mediante su estudio, Rahn tenía la certeza de que el Santo Grial se hallaba cerca de los Pirineos, y que los cátaros eran sus guardianes. Sin embargo, sus investigaciones sobre la historia medieval lo hicieron dudar. El sagrado cáliz podía encontrarse en España, Francia, Italia o Suiza.
Por estas razones es que Himmler lo contacta en 1936 para que se incorpore al Departamento de Weisthor, perteneciente a la SS. Rahn rastreó la copa de la Última Cena hasta el Castillo de Montsegur, en Francia. Allí la Iglesia Católica en 1244, rodeó a los cátaros y la Santa Inquisición. Quemó en la hoguera a 200 de ellos.
Uno de los cátaros cautivos dijo que al Santo Grial lo sacaron del castillo en secreto para resguardarlo en alguna cueva cercana. También agregó que junto con la copa se llevaron libros sagrados y otros tesoros que jamás se encontraron. Rahn hizo una exhaustiva búsqueda por la zona de los alrededores del castillo Montsegur y del río Lasset. Sin lograr el éxito, continuó su pesquisa cerca de los Pirineos, en la frontera con España.
Hay pistas que indicaban que el Santo Grial se encontraba en la montaña de Montserrat
Claro que la lealtad de Rahn no estaba con los nazis, sino con su obsesiva búsqueda del Santo Grial. Sus consecuentes fracasos lo hacen sentir derrotado. Comenzó a circular una versión de que tenía antepasados judíos. También se comentaba sobre su conducta sexual. Aseguraban que era inaceptable. En 1939, tras pedirle la renuncia, lo invitaron a suicidarse.
En 1940, Heinrich Himmler visitó la ciudad de Barcelona. Se hospedó en el Hotel Ritz durante cuatro días, con la excusa de preparar una reunión entre Hitler y Franco. Sin embargo, las verdaderas intenciones eran las de visitar la montaña de Montserrat, donde los nazis creían que podría estar el Santo Grial.
El monje que se reunió con Himmler, Andreu Ripol, fue quien puso en evidencia el motivo de tal reunión. Nunca pudieron saber si las pistas eran falsas o reales. Si bien, los sucesos históricos coinciden en muchos aspectos, con el relato de Indiana Jones, en la vida real la copa de Jesús nunca se pudo encontrar.
