La peligrosa expansión del coyote
Se prepara a invadir Sudamérica
Es un verdadero sobreviviente. El coyote, originario de Norteamérica, está multiplicándose en Centroamérica. Está a un paso de ingresar a Colombia. Su capacidad de adaptación es asombrosa. Pero eso mismo podría significar un grave problema en América del Sur. La peligrosa expansión del coyote eleva las alertas en esa región del mundo.
Adaptable al entorno
Es un animal omnívoro. Come prácticamente cualquier cosa y puede correr hasta 60 kilómetros por hora. Su nombre proviene de la palabra náhuatl cóyotl. Aunque a veces se reúnen en manadas, son por lo general solitarios. Viven en promedio unos seis años. El coyote es sumamente versátil. Puede habitar páramos, pastizales, sabanas, bosques secos, bosques húmedos, costas y hasta el desierto.
Su capacidad de adaptación es asombrosa. Por eso amplió significativamente su rango de distribución. Se multiplicó en las selvas del Darién panameño (en el extremo oriental del país). Ahora está muy cerca de entrar a Colombia y, a partir de ahí, de colonizar toda Sudamérica. No obstante, esto es un grave problema. Así es, según el blog especializado en periodismo ambiental Mongabay Latam.
La llegada de una especie invasora siempre será un peligro para el ecosistema que lo reciba. La peligrosa expansión del coyote puede poner en riesgo a los cánidos pequeños y medianos. Entre ellos hay diferentes especies de zorros y perros.
Presas como roedores y herbívoros pequeños podrían sufrir descensos preocupantes. Se enfrentarían a un enemigo desconocido para el cual no tienen preparada ninguna estrategia de supervivencia.
¿Por qué se expande tanto?
La disminución de felinos como el puma y el jaguar favorece su expansión. Pero ese no es el principal motivo. Una vez más, la mayor responsabilidad la tenemos los humanos. El coyote aprovecha las actividades antrópicas, como los cultivos y la ganadería. Su flexibilidad ecológica y su adaptación conductual la hace una especie interesante desde el punto de vista biológico. Lo malo es que la expansión de la especie ha sido provocada por las actividades humanas. Octavio Monroy es autor de un estudio que da cuenta del problema, publicado en la revista Integrative Zoology.
Las personas que crían animales de talla pequeña como cabras, ovejas y pollos tienen problemas con los coyotes. También se ha reportado que puede consumir frutos en los cultivos. Paradójicamente, la deforestación y el cambio de uso del suelo han servido como barrera para el coyote.
Las variables antrópicas están muy relacionadas positivamente con la presencia del animal. Algunas de las principales fueron la densidad poblacional humana y la presencia de cultivos. El modelo utilizado por los investigadores identificó que los coyotes avanzan desde el sur de Costa Rica por la costa Pacífica. Podrían llegar a la selva del Chocó en Colombia. Luego, la ruta más probable sería a lo largo de la cordillera de los Andes. Coparían la región Caribe, pasando por la Sierra Nevada de Santa Marta y continuando hacia la costa venezolana.
El coyote, sí, es un sobreviviente: se adapta a su entorno y quiere poblar todo territorio. Desde cierto punto de vista, tiene cierto parecido con los humanos.