Contruyen hoteles submarinos para salvar al caballito de mar blanco
El caballito de mar blanco (hippocampus whitei) es una especie endémica de Australia. Habita más precisamente en las aguas de Sidney. Desde hace unos años está en peligro de extinción como consecuencia de varias causas. La contaminación de las aguas, la pesca para el comercio ilegal, las construcciones y también las violentas tormentas en su hábitat.
Esta especie de caballito de mar blanco puede medir hasta 16 centímetros y cambiar su color según su estado de ánimo o para su defensa. En los últimos años, la población de estos atractivos peces bajó en forma drástica y se tomaron acciones para su recuperación.
Los hoteles construidos para proteger el caballito de mar blanco reemplazan los arrecifes
Las poderosas tormentas que se sucedieron entre el 2010 y 2013, destruyeron los arrecifes y acabaron con el 90% de los caballitos de mar. Para su recuperación, investigadores australianos construyeron hoteles para caballitos de mar y así favorecer la recuperación de la especie.
Los hoteles son especies de jaulas de acero con redes para que los caballitos envuelvan sus colas y no sean arrastrados por la corriente. En el 2018 se probaron los primeros hoteles para verificar su viabilidad y los resultados fueron un éxito.
El estado de los hoteles varía con el pasar de los días. Se convierte en un ecosistema para los caballitos de mar. Parejas de hipocampos blancos habitaron los hoteles y muchos de ellos lograron la fecundación. Las primeras crías resultantes de esa fecundación que se logró en los hoteles, nacieron a fines del 2019.
Accionan medidas para alejar el caballito de mar blanco del peligro de extinción
Los investigadores de la Universidad de Tecnología de Sidney y el Departamento de Pesca de Nueva Gales del Sur decidieron la cría en cautiverio. Es decir, las crías nacen en un acuario controlado y luego son liberadas en los hoteles acondicionados para su desarrollo.
Uno de los problemas es que los caballitos de mar son nadadores lentos. Por ello es que son alimento para otras especies. Es imprescindible que los ejemplares criados en acuarios alcancen el tamaño adecuado antes de liberarlos en el mar.
La primera liberación fue de 90 hipocampos. Muchos de ellos los liberaron directamente en los hoteles construidos. Los marcaron con una sustancia fluorescente para poder diferenciarlos de los que viven en forma silvestre.
Los hipocampos liberados son ejemplares ya adultos, capaces de reproducirse en su hábitat natural. Esta reproducción se producirá para fines de 2020, en octubre o noviembre y se espera que se apareen con los que están en estado silvestre.
Los científicos australianos esperan tener éxito con este proyecto para ayudar también a otras especies de hipocampos. Tanto en Grecia como en Sudáfrica, la destrucción de los corales puso en peligro la población de los caballitos de mar.
Se realizan proyectos similares para hipocampos que habitan en Sudáfrica
El hipocampo que sufre el mayor peligro de extinción es el de Knysna, en Sudáfrica. Por esta razón, ya se realizan experiencias similares a las de Australia. La iniciativa la tomó el Instituto de Zoología de la Universidad de Johannesburgo.
Estos simpáticos animalitos son víctimas de la depredación para venta en acuarios o desecados como amuletos.
El ser monógamos y tener una pareja de por vida, los convirtió en símbolo de fidelidad en la pareja y los pone en riesgo por incluirlo en un comercio infame. La medicina tradicional china también incluye a los hipocampos en sus recetas y son muchos los que perecen por esta causa.