Muchas son las personas que han fingido haber tenido un orgasmo cuando no ha sido así. ¡No te equivoques! Esto incluye tanto a hombres como a mujeres. ¿Por qué hacemos esto? ¿No es más fácil simplemente decir la verdad?
El orgasmo es el momento del clímax de una relación sexual, caracterizado por la aceleración del ritmo cardíaco, el aumento de la respiración y la presión sanguínea, así como contracciones musculares del área de la pelvis. El problema es que no siempre conseguimos llegar a él por muchísimos motivos: estrés, porque todavía la otra persona no nos conoce lo suficiente, porque el cuerpo no siempre responde de la misma manera, etc. Lo que pasa es que muchas veces, en lugar de decirlo con total sinceridad, optamos por fingirlo. Conocemos nuestro cuerpo y ya sabemos cómo reacciona ante un orgasmo, solo tenemos que imitar ese momento y listo, la otra persona creerá que hemos llegado al orgasmo. Vamos a repasar cuáles son los motivos por los que hacemos esto:
Pensar que el objetivo del sexo es el orgasmo
Tendemos a pensar erróneamente que el único objetivo del sexo es culminar con el orgasmo. Si no se consigue, la relación ha sido un desastre y pensar esto, es un error de los grandes. Debemos aprender a disfrutar del sexo desde principio al final, de cada detalle. La forma en que nos tocamos, nos besamos, la penetración… todo es sexo. Si nos obsesionamos, nunca llegaremos al orgasmo y tampoco disfrutaremos del camino.
No hacer sentir mal al otro
Uno de los motivos principales por el que no decimos la verdad es para no provocar frustración en nuestra pareja. No queremos que piense que no nos está estimulando bien. Si hacemos esto lo que conseguiremos es que la relación sexual no mejore nunca, debemos aprender a comunicarnos con nuestra pareja y a expresar lo que nos pasa: estrés, falta de estimulación, pensamientos negativos, etc.
Aburrimiento o cansancio
Algunas veces estamos cansados o sin ganas y decidimos fingir el orgasmo para no ser sinceros con nuestra pareja y que no piense que ya no nos apetece. Por otro lado, si el momento íntimo está durando mucho y uno de los dos ha terminado, o le ha ganado el cansancio, fingir un orgasmo pondrá fin al acto y ahorrará una charla.
Inseguridad
Relacionamos el poder llegar siempre al orgasmo con una persona muy experimentada en el terreno de lo sexual y, no queremos mostrarnos débiles ante nuestra pareja. Confesar que nos cuesta llegar al orgasmo a veces nos resultada difícil.
Falta de confianza
Puede ser que simplemente hace poco, o nada, que conoces a la persona con la que estás manteniendo una relación sexual y todavía no os conozcáis lo suficiente como para conseguir el orgasmo. Es mucho mejor ser sincero y no enfocarse en llegar al orgasmo, solo en disfrutar.
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