¿Por qué debemos proteger a las abejas?
Debemos proteger a las abejas. Pero suele ocurrir que, ante la presencia de una abeja, sentimos miedo a que nos pique. Aunque en realidad, estos insectos solo buscan alimento o un descanso momentáneo en su rutina diaria. Solo están de paso para cumplir con su rol dentro de la colmena. Jamás debemos matar a una abeja. Ellas no quieren molestarnos y solo podemos sufrir una picadura si las molestamos.
Las abejas están en peligro de extinción
La población de las abejas está en retroceso en cuanto a su número. Según estadísticas recopiladas por Greenpeace, solo en los Estados Unidos, su número ha retrocedido más de un 40%. Por eso es que debemos proteger a las abejas.
El cambio climático es, en gran parte el causante de este problema, que también afecta la vida de los panales. Como consecuencia de este factor ambiental, son muchos los animales que se han declarado en peligro de extinción.
Una de las principales causas de la mengua en el número de las abejas, es el calentamiento global. Además del constante uso de pesticidas y de productos que contaminan el medio ambiente. Los pesticidas que se usan en la agroindustria, perjudican a todos los insectos sin discriminar si es útil o no.
Los monocultivos extensivos además, no les proporcionan a las abejas el néctar suficiente para alimentarse. El síndrome de despoblamiento de las colmenas, debido a un parásito que ataca el aparato digestivo de las abejas, es otra de las causas de su desaparición.
¿Por qué son tan importantes las abejas?
El papel fundamental que las abejas cumplen en la naturaleza es la polinización. Cada abeja al buscar el néctar de las plantas, transporta en sus patas el polen con que se fertiliza el reino vegetal. De esta manera se optimiza la biodiversidad de cada ecosistema y las abejas son las protagonistas.
Al ir de planta en planta, se produce la fertilización. De este modo es que nos permite disponer de semillas y así continuar con la cadena productiva. Las semillas darán nuevas plantas que nos brindarán frutos y verduras que sirven de alimento.
El viento también es importante en la polinización de las plantas. Sin embargo, el 50% de los alimentos que consumimos, necesitan de la polinización que producen las abejas, que es polinización directa. Un 70% de las plantas silvestres, que generalmente son las que no consumimos como alimento, necesitan de las abejas.
Es decir, que si las abejas desaparecen, nos quedaremos sin miel como también sin muchas de las especies vegetales para consumo. Además las consecuencias también afectan al reino animal. También los herbívoros que dependen de esos frutos y plantas para alimentarse, correrían peligro de extinción.
Lo mejor que podemos hacer para cuidarlas es crear huertos orgánicos, utilizando productos fitosanitarios ecológicos en reemplazo de pesticidas y agroquímicos. Dejarlas hacer su trabajo, sin molestarlas.
También incentiva su desarrollo, armar jardines con plantas nativas de la zona. Asimismo, utilizar flores que sean especiales para atraer las abejas como las margaritas, las rosas o la lavanda. Existen muchas especies que se pueden incluir en esta categoría.