Una fuga de hierro en el núcleo de la Tierra
¿Sabes lo que hay en el centro de la Tierra? Pues bien, con total certeza nadie lo sabe. Pero se estima que el núcleo es sólido y la capa externa es líquida. Está comprobado que la mayor composición del núcleo es de hierro y níquel. El tamaño de este núcleo es casi el de la luna. Llega a los 6000°. Y sí, hay un gran dinamismo en el centro de nuestro planeta. No solo giramos a una enorme velocidad en el espacio, sino que el núcleo gira. Sus procesos alimentan los terremotos, volcanes y los movimientos de los continentes. Un estudio que se acaba de publicar en « Nature Geoscience» ha concluido que podría haber una fuga de hierro en el núcleo de la Tierra, que inyectaría isótopos pesados hasta las capas superiores, en el manto.
En lo profundo
Este intercambio se produciría a unos 2.900 kilómetros de profundidad. Es en una zona en la que el núcleo está a una temperatura miles de grados superior a la del manto. En consecuencia, las capas más profundas delHierr manto estarían enriquecidas en isótopos pesados de hierro. «Si esto es correcto, nos ayudará a mejorar nuestra comprensión de la interacción entre el núcleo y el manto», ha dicho en un comunicado Charles Lesher. Es director del estudio y profesor de la Universidad de Aarhus, Dinamarca.
Según Lesher, comprender este detalle es relevante para estudiar varios procesos. Por ejemplo, la transferencia de calor y materia desde el interior. O las imágenes sísmicas del manto profundo.
Además, también explicaría otras interrogantes. Como por qué suele haber más isótopos pesados de hierro en rocas del manto que en meteoritos, formados por los materiales primordiales de los comienzos del Sistema Solar. ¿Qué pasaría si todo eso es cierto? Lesher dice: «entonces el núcleo ha estado perdiendo hierro durante miles de millones de años».
Otros indicios
La investigación sobre una fuga de hierro en el núcleo de la Tierra se hizo con simulaciones de ordenador. Reprodujeron entornos a altas presiones y temperaturas. Además, éstas han permitido deducir que los materiales enriquecidos en isótopos pesados de hierro podrían llegar a la superficie. ¿Cómo? A través de las plumas del manto, columnas de material procedentes de las profundidades y que producen puntos calientes y regiones de vulcanismo.
Hay indicios en apoyo de esta hipótesis. Por ejemplo, la lava de ciertos puntos calientes, en Samoa y Hawái, está, efectivamente, enriquecida en hierro. Sería un buen eslogan para ciertos productos alimenticios. «Tiene hierro… como la lava de Hawai». Tal vez no sea tan comercial… pero es cierto.