Ya no hay casi diferencias entre el Halloween y el Carnaval
A medida que han pasado los años, se ha ido viendo cada vez más similitudes entre dos de las más grandes festividades del mundo de los disfraces: el Carnaval y el Halloween. Ello se debe principalmente a los disfraces utilizados en cada fiesta, ¿pero por qué puede ser exactamente?
Vamos a ver en qué consiste cada fiesta y posteriormente sabremos por qué cada vez se parecen más el Carnaval y el Halloween.
¿Qué es el Carnaval?
El Carnaval es una estación festiva cristiana occidental que se celebra antes de la temporada litúrgica de la Cuaresma. Los principales acontecimientos suelen tener lugar durante febrero mayormente, aunque algún año coincide con principios de marzo, durante el período conocido históricamente como Carnaval o Pre-Cuaresma.
Como todos sabemos, el Carnaval suele incluir celebraciones públicas, como desfiles, fiestas en la calle y otros entretenimientos, combinando algunos elementos de un circo. Los disfraces y máscaras elaborados permiten a la gente dejar de lado su individualidad cotidiana y experimentar un mayor sentido de unidad social.
Tradicionalmente, en esta fiesta los participantes a menudo se permitíann el consumo excesivo de alcohol, carne y otros alimentos que se olvidaban durante la próxima Cuaresma. La mantequilla, la leche y otros productos animales no se consumían «en exceso», sino que sus existencias se consumían en su totalidad para reducir los residuos.
Para los creyentes y devotos, durante la Cuaresma, los productos animales se comen menos, y los individuos tienen la capacidad de hacer un sacrificio de Cuaresma, renunciando así a cierto objeto o actividad de deseo.
¿Qué es el Halloween?
La Noche de Brujas se remonta a una antigua fiesta celta llamada Samhain, celebrada primeramente en lo que hoy es Irlanda, Escocia e Inglaterra, así como en partes del norte de Europa.
Comenzando hace unos 2.000 años, el festival religioso pagano de tres días comenzó alrededor del 31 de octubre para honrar la cosecha y prepararse para «la mitad oscura del año». Los antiguos celtas creían que, en este día, la línea entre el reino de los vivos y el espiritual era borrosa, lo que significaba que los fantasmas del más allá podían visitar a los vivos y los monstruos podían encontrar su camino a las casas de la gente.
Las celebraciones tenían como objetivo evitar el mayor mal posible. Celebraban ritos especiales para mantener a raya a los monstruos, brujas y hadas malvadas. Contaban historias sobre héroes mitológicos y el inframundo. Y trataban de protegerse contra el mal. ¿Cómo? Vistiéndose como monstruos para no ser secuestrados o consumidos por monstruos reales. Es así, el por qué de disfrazarnos así en estas fechas.
Carnaval vs Halloween
Tanto para Halloween como para el Carnaval, todo el mundo se disfraza. En muchos países, los disfraces son muy creativos y divertidos. Sin embargo, hemos visto que año tras año, los disfraces de ambas fiestas han ido evolucionando.
Así como antes para Halloween los disfraces eran terroríficos y daban miedo, hoy en día son disfraces cada vez más estilizados, bonitos y espectaculares. Lo mismo pasa en Carnaval, ya que también hay mucha gente que aprovecha para disfrazarse de cosas que dan miedo, como por ejemplo el disfraz de vampirina y otros muchos en los que la gente se disfraza tanto para Halloween como para Carnaval, sin diferenciar entre ambos.
Dicho esto, observamos que la principal diferencia entre estas dos tradiciones es su propósito. El Carnaval y Halloween se celebran en meses y temporadas totalmente diferentes.
Todo depende de qué punto de vista lo veamos, ya que la libertad de disfrazarse de lo que queramos debe estar activa en todo momento ¡Lo importante es divertirse!