Este curioso término es usado muchas veces en astrofísica para referirse a la deformación y estiramiento en formas finas y delgadas de todo lo que se aproxima a un campo gravitatorio de alta intensidad, como el que produce un agujero negro. Esta fuerza de atracción se origina por las fuerzas de marea.
En los casos más extremos (la proximidad a un agujero negro), el estiramiento es tan fuerte que ningun objeto puede aguantarlo (no importa lo fuertes que sean sus componentes o su construcción). Dentro de una pequeña región la compresión horizontal compensa al estiramiento, por lo que no se produce un cambio en el volumen.
